Powered By Blogger

lunes, 14 de marzo de 2011

¡Una semana!

Nikita lleva dos días en casa. Tiene el ciclo cambiado, durmiendo de día y con una actividad frenética de noche, aunque claro, a un tipo como yo que se conoce todos los bares de Ekaterimburgo eso no debería extrañarle.

Ya empezamos a acostumbrarnos a estar los tres juntos en casa, y es que el tío tiene ya ¡una semana, dos horas y veintidós minutos de vida! Con lo rápido que para nosotros pasa una semana y para Nikita es toooooda su vida. Me imagino que cuando se ponga nostálgico pensará cosas como "cuando yo tenía tres días... bua, ¡eso sí que era música!" o "Recuerdo vagamente cuando tenía 4 días, pero entonces yo era un pelele".

Una semana, y cada día más contento a pesar de no dormir. Supongo que cuando se eternice el insomnio me parecerá menos gracioso, pero ahora simplemente me río de que alguien pueda llorar tan amargamente por, por ejemplo, estar en mala postura. He comprobado que los ciclos de felicidad-infelicidad son -eran para nosotros- mucho más sencillos al principio, y que con el tiempo lo único que hacemos es añadir variables y complicarlos, con lo fácil que es "comer, dormir y cagar". Lo cierto es que como dice mi amigo Pablo, a los 15 años añadimos "sexo" y tampoco hay mucho más...

Bueno, que me voy por las ramas. Que Nikita cumple hoy una semana de vida y está que se sale. Y que en cuanto tenga esos 15, recupera el ciclo de noche frenética, fijo.




2 comentarios:

  1. Ole Nikita de los Urales, ole su pare y la mare que lo parió! OS QUEREMOS DESDE CÁDIZ!!!

    Clara, MJ y Nacho.-

    ResponderEliminar
  2. Un abrazo enorme! vosotros habéis estado más cerca de él que nadie )))

    ResponderEliminar